«La vida es como un espejo: si sonrío el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí»
Mahatma Gandhi
Relanzamiento del film místico SOY TÚ.
¿Te gustaría mejorar tu relación con los demás y contigo mismo? ¿Quieres aprender a ver las situaciones desde una perspectiva más positiva y constructiva? Entonces te invito a conocer la ley del espejo, una herramienta de autoconocimiento que te ayudará a entender cómo lo que ves en el exterior es un reflejo de tu interior.
La ley del espejo se basa en la idea de que todo lo que vemos nos molesta, irrita o enfada de otras personas es algo que tenemos dentro de nosotros mismos y que no queremos ver o aceptar. Es decir, los demás son como un espejo que nos muestran nuestros propios defectos, miedos, inseguridades o creencias limitantes.
Pero también funciona al revés: todo lo que nos gusta, admira o alegra de otras personas es algo que también tenemos dentro de nosotros y que podemos potenciar. Así, los demás también son un espejo que nos muestra nuestras virtudes, talentos, capacidades o sueños.
La ley del espejo nos propone un ejercicio de introspección y responsabilidad para cambiar aquello que no nos gusta de nosotros mismos y así mejorar nuestra relación con el mundo. En lugar de culpar, juzgar o criticar a los demás por lo que hacen o dicen, podemos preguntarnos qué nos están enseñando sobre nosotros mismos y qué podemos hacer para transformarlo.
Para aplicar la ley del espejo en tu vida, te propongo seguir estos cuatro pasos:
1. Observa lo que te molesta de los demás.
Piensa en una persona o situación que te haya generado algún malestar recientemente. ¿Qué te ha dicho o hecho esa persona que te haya afectado? ¿Qué sentimientos o emociones te ha provocado? ¿Qué pensamientos o juicios has tenido sobre ella?
2. Identifica lo que te refleja esa persona.
Ahora trata de ver qué hay detrás de esa molestia. ¿Qué aspecto de ti mismo te está mostrando esa persona? ¿Qué rasgo negativo o positivo tienes en común con ella? ¿Qué creencia o valor está en juego? ¿Qué necesidad o deseo está insatisfecho?
3. Acepta y perdona lo que ves en el espejo.
Una vez que hayas identificado lo que te refleja esa persona, reconócelo y acéptalo como parte de ti. Es importante ser consciente de lo que nos molesta, pues podemos comenzar a integrarlo, eso da sanación y salida al estrés, al juicio y al rencor. También da paso a perdonar a esa persona que lejos de haberte hecho sentir mal, ha sido un instrumento para tu aprendizaje y ahí comprendes que no hay nada que perdonar. sino que agradecer.
4. Finalmente, decide qué quieres hacer con lo que has descubierto sobre ti mismo.
¿Quieres cambiar algún aspecto negativo o potenciar algún aspecto positivo? ¿Qué acciones puedes tomar para lograrlo? ¿Qué recursos necesitas? ¿Qué beneficios obtendrás?
Para ilustrar estos pasos, te pondré un ejemplo:
Supongamos que te molesta mucho que tu pareja sea muy desordenada y nunca recoja sus cosas. Te sientes frustrado, enfadado e incomprendido. Piensas que tu pareja es una irresponsable, una vaga y una egoísta.
Al aplicar la ley del espejo, te das cuenta de que lo que te refleja tu pareja es tu propia rigidez, tu perfeccionismo y tu falta de flexibilidad. Te das cuenta de que tienes una creencia de que el orden es imprescindible para el bienestar y el éxito, y una necesidad de controlar todo lo que te rodea.
Al aceptar y perdonar lo que ves en el espejo, reconoces que esa rigidez y ese perfeccionismo son parte de ti, pero también son una fuente de estrés y conflicto. Agradeces a tu pareja por mostrarte lo que no te estás permitiendo, en lo que estás en exceso e inflexible.